Jeff Hastings, DIRECTOR GENERAL
El uso inteligente de sensores está permitiendo crear una señalización sensible al contexto que transformará lo que entendemos por interactividad. En el futuro, la señalización mirará, escuchará y sentirá, respondiendo al entorno circundante para que la interacción con ella sea natural y más cercana a la interacción con otra persona.
Por ejemplo, si selecciona y coge un producto de un expositor de la tienda, es posible que un vendedor cercano se acerque y le cuente algo más sobre él. Entonces responderán no solo a lo que usted diga, sino también a su expresión y sus gestos.
Los nuevos sensores permiten que las pantallas de señalización digital reaccionen del mismo modo. Las pantallas pueden invitar a los clientes a coger un producto, por ejemplo, atrayendo su atención con una iluminación creativa. Los sensores de movimiento, las comunicaciones NFC y las etiquetas RFID de los productos indican a la señalización qué producto se ha movido y ajustan en consecuencia el contenido en pantalla. La tecnología de reconocimiento facial permite estimar la edad, el sexo, el estado de ánimo y la dirección de la mirada del cliente. El control por gestos, ya habitual en los juegos de ordenador, puede aplicarse también en este caso, permitiendo al cliente mover la presentación con un gesto de la mano.
Para el minorista, las ventajas van más allá de las ventas adicionales. Los comentarios de los sensores pueden registrarse para proporcionar valiosa información de marketing. ¿Cuántas veces se ha recogido un producto? Es posible que algunos productos se recojan con frecuencia y se devuelvan sin comprar, mientras que otros tienen un índice de conversión mucho mayor. Puede que algunos segmentos de vídeo tengan más éxito que otros a la hora de impulsar las compras.
Uno de los ejemplos más innovadores que he visto recientemente del uso de sensores es la galardonada tienda experiencial House of Rituals de Ámsterdam, creada por First Impression audiovisual. En ella se expone la colección Talisman de 25 fragancias extraordinarias que abarcan cinco familias olfativas. Aquí, los clientes pueden seleccionar un perfume Rituals basado en su fragancia favorita en una pantalla audiovisual que conecta los perfiles olfativos de Rituals con dos bases de datos conocidas en todo el mundo. En primer lugar, se invita al cliente a introducir su perfume favorito, y el sistema encuentra automáticamente la fragancia más cercana de la gama Rituals. Otro cuestionario invita al cliente a introducir los ingredientes básicos que le gustan y la aplicación ilumina luces LED bajo todos los frascos de perfumes afines a esta fragancia, reduciéndola a tres posibilidades, que el cliente puede probar y comprar. Cuando un cliente coge una pipeta de cristal del expositor, se reproduce un vídeo que muestra los ingredientes del perfume y la información de fondo.
Con esta extraordinaria pantalla, First Impression se ha acercado todo lo posible a replicar la interacción con un asistente de ventas humano... por ahora. Lo han conseguido simplemente emparejando sensores con reproductores de señalización digital estándar, sin pasar a la IA o el aprendizaje automático. Sin duda, emparejar la señalización sensible al contexto con estas tecnologías nos permitirá crear experiencias aún más emocionantes.